Vanessa Redgrave, Rachel Weisz, Susan Sarandon y Cate Blanchett, todas consagradas, han sido categóricas al referirse a Saoirse Ronan (Nueva York, 1994), con quien han aparecido en filmes reconocidos como Expiación, Desde mi cielo y, en su primer protagónico, Hanna —donde encarna al personaje titular, una chica entrenada para matar—, y coinciden en que no sólo es una actriz juvenil sino una auténtica fuerza de la naturaleza.
No obstante, Saoirse —que en gaélico significa “Libertad”, nombre que lo mismo se aplica a niños o niñas— es mucho más modesta respecto a este futuro deslumbrante. Es hija de actores de teatro y nació en Nueva York, aunque a los dos años la familia regresó a County Carlow, Irlanda, hoy su hogar. Tras debutar en la televisión se presentó a los 12 años a un casting para la adaptación de Joe Wright a la novela de Ian McEwan Expiación, y obtuvo uno de los roles principales como Briony Tallis, una aspirante a novelista que al mentir provoca una tragedia de consecuencias irrevocables y afecta a su hermana mayor y al amante de ésta. Por su actuación obtuvo una nominación al Oscar como mejor actriz de soporte y es una de las actrices más jóvenes en obtener esta distinción.
Ahora, a los 17 años de edad, tras haber filmado a las órdenes de Peter Jackson, Gillian Armstrong y Peter Weir, la joven da el salto para protagonizar en Hanna de la mano de su “descubridor” Joe Wright, un thriller de acción inspirado en la mitología del espionaje y los cuentos de hadas.
MC: Tú sugeriste a Joe Wright para que te dirigiera en este proyecto, y los productores te hicieron caso. ¿Cómo te sentiste al respecto?
SR: No lo sé. Me sorprendí mucho. Me halagó que me tomaran en cuenta. ¡Y también me asusté! Nunca me había pasado eso. Joe y yo habíamos hablado de que volveríamos a trabajar juntos algún día, pero no encontrábamos el proyecto adecuado. Cuando me ofrecieron este papel me interesó, pero luego el director que teníamos dejó el proyecto (se refiere a Alfonso Cuarón, quien dejó el filme para realizar Gravity) y por un momento creímos que no se haría, y yo pensé: “A Joe le puede interesar esto”, y dije su nombre cuando estaban buscando directores. Cuando dijeron que Joe les parecía maravilloso yo fui la más feliz del mundo. Me encanta trabajar con él.
MC: ¿Fue muy difícil poder prepararte para transformarte en alguien como Hanna?
SR: Físicamente fue duro. Tuve muchas escenas de pelea y lo hacía todo yo misma; sólo cuando algo era demasiado peligroso me sustituía una doble. Pero de todos modos me involucré mucho en este aspecto, y fue muy agotador, aunque también divertido. Nunca había hecho algo así, por lo que quise aprender todo lo que pudiera acerca de la disciplina que Hanna tiene para sobrevivir en el bosque. Fue un entrenamiento físico muy extenso y me gustó mucho. Eric Bana y yo hacíamos jogging todas las mañanas y teníamos un entrenador que fue muy paciente conmigo.
MC: ¿Y emocionalmente?
SR: Creo que Hanna es un personaje muy interesante. Ella en realidad pasa por las mismas cosas que cualquier adolescente. Tiene esos deseos de salir al mundo pensando que todo será genial, perfecto y que todo es como en sus sueños, pero resulta que no es así. Hanna es un personaje extraño, incluso si no fuera una heroína de acción. Trabajamos también en su aspecto y pensamos que ella era bastante similar a un lobo blanco: fue criada en el bosque y su único contacto humano es con su papá. Entrena todos los días, caza su alimento y eso es esencial para ella como persona. Así que primero trabajamos este aspecto y luego creamos el personaje. Eso me ayudó a personificarla.
MC: Es un rol muy complejo, tiene una inocencia palpable porque no ha tenido contacto alguno con el mundo exterior; pero físicamente es muy fuerte, casi como un animal salvaje, una máquina de matar muy peligrosa.
SR: Sí, ese doble aspecto es fascinante. Joe y yo trabajamos sobre sus movimientos con mucha intensidad, pues en cierta forma Hanna es como un animal salvaje, como una loba que se aproxima a su presa, así que tiene un caminar muy ligero y una gran concentración sobre la presa a la que está a punto de matar para que nada se interponga en el camino. Ella tiene una férrea determinación y eso es un elemento integral del personaje en todo lo que hace. Cuando debe salir al mundo se porta de la misma forma: simplemente está cazando a su presa.
MC: Hanna tiene que encontrar su camino en un mundo extraño. ¿Sientes que tú también tuviste que crecer más rápido debido a tu trabajo?
SR: No, en absoluto. En cierta forma, el trabajo te ayuda a ser niña cuando actúas porque los niños siempre actúan, especialmente cuando son más pequeños. Ya sabes, de niños jugamos a ser pilotos, bomberos, astronautas, perros o algo, así que es natural que un niño actúe. Creo que estar cerca de adultos mucho tiempo, involucrarme en historias profundas, así como tener que pensar en los personajes y en cómo reaccionarían a situaciones, ciertamente me ayudó a madurar. Pero en realidad siempre fui bastante madura, sin olvidar que soy una adolescente (ríe).
MC: Algunos de los papeles que has interpretado fueron muy exigentes, como Desde mi cielo, y desde luego el de esta cinta.
SR: Sí, pero fue algo que yo quise hacer. Yo elegí ser actriz, nadie me obligó. Esto no es como un trabajo de oficina, es exigente y no podrías hacerlo si no te gusta y no lo disfrutas. Hay que trabajar largas horas. Ciertamente no es un trabajo de nueve a cinco, sino que en ocasiones te levantas a las cinco de la mañana y no regresas hasta las 10 de la noche a casa. Haces esto porque lo amas, esa es la verdad. He sido afortunada de trabajar con personas estupendas, que fueron encantadoras e hicieron que las cosas compartidas fueran amenas e interesantes para mí, y aprendí mucho.
MC: ¿Siempre quisiste ser actriz? ¿Nunca consideraste otras opciones?
SR: Desde que nací mi papá tenía una cámara en la mano y siempre me encantó estar frente a ella, para mí ha sido siempre algo natural. Cuando hice Expiación apenas tenía 12 años, y trabajé con personas que admiraba muchísimo. Joe es un director brillante para cualquier actor. Por ejemplo, me puso a trabajar con Romola Garai y Vanessa Redgrave, que interpretaban a Briony cuando es mayor; fue muy interesante porque entre las tres construimos el personaje. Fue genial aprender con tan buenas actrices.
MC: Y tienes un futuro brillante: propuestas con diversos directores, géneros… tanto de dónde elegir.
SR: Tengo mucha suerte, pero también tengo que ser cuidadosa con mis elecciones. Por lo pronto Joe está preparando una adaptación de Anna Karenina, y nos preguntó a Cate y a mí si queríamos participar en el proyecto. Quiere que yo haga a Kitty, que es un personaje hermoso, y yo ya dije que sí. No sé si suceda, pero si el proyecto se logra, estaré encantada de volver a trabajar con él.